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Los Primeros Alimentos del bebé

Actualizado: 8 sept 2023

La introducción de los nuevos alimentos, alimentación complementaria, Beikost, Weaning o ablactación. La OMS definió la alimentación complementaria como todo aquel alimento líquido o sólido diferente de la leche materna que se introduce en la dieta del niño, incluyendo las fórmulas lácteas infantiles.

Durante la etapa de crecimiento y desarrollo de incrementan sus requerimientos energéticos y nutricionales por lo que debemos cambiar la alimentación. Entre los objetivos que se persiguen con la introducción de la alimentación complementaria son:

Promover un adecuado crecimiento y desarrollo neurológico, cognitivo, del tracto digestivo y sistema neuromuscular.

Promover nutrientes que son insuficientes en la leche materna como hierro, zinc, selenio, vitamina D.

Enseñar al niño a distinguir sabores, colores, texturas, temperaturas y fomentar la aceptación de nuevos alimentos.

Promover y desarrollar hábitos de alimentación saludable.

Favorecer el desarrollo psicosocial y la interrelación correcta entre padres e hijos.

Conducir a la integración de la dieta familiar.

Promover una alimentación complementaria que permita prevenir factores de riesgo para alergias, obesidad, desnutrición, hipertensión arterial, síndrome metabólico entre otras.

Los lactantes menores de cuatro meses expulsan los alimentos con la lengua, "reflejo de protrusión"; sin embargo, después de esa edad pueden recibir y mantener los alimentos en la boca con mayor facilidad, debido a que han desaparecido los reflejos primarios de búsqueda y extrusión A los seis meses, el lactante ha adquirido una serie de habilidades motoras que le permiten sentarse, al mismo tiempo que aparece la deglución voluntaria, que le permite recibir alimentos de texturas blandas: purés o papillas con cuchara. Transfiere objetos de una mano a otra, tiene sostén cefálico normal.

Entre los siete y ocho meses se deben ir modificando gradualmente la consistencia de los alimentos, pasando de blandos a picados y trozos sólidos. A esta edad, el niño habitualmente ha adquirido la erupción de las primeras cuatro piezas dentarias (dos superiores y dos inferiores), ha mejorado la actividad rítmica de masticación, la fuerza y la eficacia con la que la mandíbula presiona y tritura los alimentos y deglute coordinadamente los alimentos sólidos triturados. Por estas razones, actualmente se recomienda no retrasar el inicio de esta práctica más allá de los 10 meses, incluso a pesar de que el niño no presente erupción dentaria, ya que se ha visto que, a esta edad, el niño es capaz de masticar y triturar los alimentos sólidos con las encías, y el retraso en la introducción de este tipo de alimentos puede condicionar la presencia de alteraciones de la masticación en etapas posteriores.

La lactancia materna debe acompañar la alimentación complementaria hasta los dos años de edad y debe ser administrada a demanda ya que puede aportar más de la mitad de los requerimientos energéticos totales en un niño entre 6 y 12 meses de edad, y continua aportando nutrientes adecuados, junto con los alimentos complementarios.

De igual forma, se recomienda experimentar la introducción de alimentos con diversas combinaciones, sabores y texturas para animarlos a comer. La aceptación de algún alimento nuevo sólo se conoce después de al menos 3 a 5 intentos de ofrecérselo; si es rechazado nuevamente, se sugiere suspenderlo para ofrecerlo otra vez más adelante, igual o con otra presentación.

Consulta a tu medico para mayor información.


L.N. Natalia Fernandez

Nutricion Clinica, Diplomada en asesoria en diabetes por AMD

Ced. Prof. 12842361


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